Garjainia

La cabeza del Garjainia era enorme, alrededor de un quinto de la longitud del cuerpo, y tenía unas mandíbulas acabadas en una depresión con dientes enormes y afilados que usaba para sujetar a la presa que perseguia. El enorme tamaño del cráneo y el cuello robusto indican que su mordisco debía de ser muy potente, alrededor de una tonelada de fuerza, bastante para un animal de su tamaño. Las patas eran pequeñas, en especial las delanteras, que tenían dos tercios del tamaño de las traseras, y estaban en una postura semirecta. La cola era bastante corta y posiblemente tenía una armadura de placas óseas como los cocodrilos modernos. Es probable que cazara de forma similar, pero con la posibilidad de cazar presas en tierra, como los dicinodontes.