Este enorme armadillo comparable con los que vivieron durante el Pleistoceno, pertenece a la familia extinta
Glyptodontidae de mamíferos placentarios del orden Cingulata, emparentados con los actuales armadillos extintos y actuales. Originarios de Sudamérica, se diferenciaron en el Eoceno Superior. Tenían un cráneo y un caparazón formado por muchas piezas pequeñas fusionadas y, en ocasiones, una cola cubierta. Muestran una notable convergencia con las tortugas y algunos dinosaurios (anquilosauros). Tenían una adaptación a la dieta herbívora y conversión de sus bandas acorazadas del dorso en una suerte de único caparazón defensivo. Perteneció a la subfamilia de los Glyptatelinae, gliptodontes primitivos conocidos en el Oligoceno de Argentina, que aparentemente pudieron sobrevivir de manera relictual en el norte de Sudamérica en el Neógeno.