¡Este artículo no ha sido reformado!Este artículo no cumple con las condiciones establecidas según la Política de Escritura de Artículos más reciente. Si quieres ayudar a reformar esta página, por favor consulta el Manual del Buen Artículo. Esta página podría contener plagio, información obsoleta, imágenes sin créditos o simplemente usar plantillas vetustas o carecer de linkografía. |
Iguanodon (gr. "Diente de iguana") es un dinosaurio ornitópodo iguanodóntido que vivió hace entre 126,6 y 125 millones de años, en el Cretácico inferior en varias partes de Europa.
Características[]
Iguanodon era un dinosaurio herbívoro bastante grande y común que vivió a lo largo de toda Europa durante el Cretácico inferior. Iguanodon avanzaba normalmente sobre cuatro patas, pero podía correr a dos patas. Tenía el tamaño de un elefante. El cráneo de este animal era similar al de un caballo.
Cráneo[]
El Iguanodon no tenía dientes en la parte frontal de las mandíbulas, y usaba su pico córneo para arrancar las hojas. Los dientes del Iguanodon se dividían en dos grupos, unos eran afilados y tenían forma de hoja, y servían para desmenuzar las plantas; y los otros parecían muelas triangulares que eran usadas para masticar las plantas, dado que este animal era uno de los pocos dinosaurios capaces de masticar. Tenía en total unos 100 dientes.
Patas delanteras[]
Iguanodon tenía unas extremidades delanteras muy peculiares, terminadas en cuatro dedos y un pulgar provisto de un espolón muy afilado. Sólo podía mover la garra pulgar (que medía 19 cm de largo ) a los lados, y la usaba como defensa ante los depredadores. La forma de la púa revela que estaba diseñada para entrar y salir rápidamente de la carne, de forma que se creaban muchas heridas graves en poco tiempo. Los huesos de la muñeca del animal estaban soldados, de forma que daban fuerza a la mano. Los tres largos dedos centrales estaban rematados por anchas uñas similares a pezuñas que ayudaban a repartir el peso. El cuarto dedo de la mano era largo y flexible, perpendicular a la muñeca y era empleado para arrancar tallos y hojas.
Iguanodon tenía un hueso especial en medio del pecho, cerca de los brazos. Este hueso servía para reforzar el tórax, lo que permitía un mejor soporte del peso; además, este hueso servía como punto de inserción para los músculos del brazo, de forma que podía golpear más fuerte y soportar mejor el peso.
El largo pubis, curvado hacia atrás, equilibraba el cuerpo permitiéndole albergar el gran estómago necesario para digerir las plantas. Los científicos creen que quizás el Iguanodon se desplazaba sobre los dedos de los pies, como los perros y los gatos. Podía correr hasta a 35 km/h mientras su larga cola equilibraba su peso.
Cola[]
El Iguanodon no tenía la cola en forma de porra o con espinas para defenderse, pues usaba sus enormes pulgares con grandes garras para ese fin. Usaba su cola de 4 metros de largo para mantener el equilibrio cuando se erguía sobre sus patas traseras. Debido a la potencia y la forma de su cola, los científicos creen que este animal la usaba como defensa y también se apoyaba en ella con el fin de alcanzar las hojas más altas de los árboles. El Iguanodon tenía una cola dirigida hacia arriba, lo que obligaba al resto del animal a estar inclinado hacia delante.
Aspecto[]
Para tener una idea de como era el aspecto del Iguanodon, los científicos antiguos compararon sus restos con los de animales vivos. Gideon Mantell, el hombre que descubrió al Iguanodon en 1834, dibujo su esqueleto en base al esqueleto de una iguana, con unas patas acodadas y la púa de la mano del animal en el hocico, como si fuera un cuerno; y una cola muy larga. Pero en 1841, Richard Owen, el hombre que acuñó el término dinosaurio, le puso un aspecto de cocodrilo, unas patas rectas bajo el cuerpo y una cola más corta, pero la púa seguía en el hocico. Más tarde, en 1891, y gracias a los descubrimientos de la mina de Bernissart y al profesor Louis Dollo (que dedicó su vida a estudiar al Iguanodon) nos dieron una idea más exacta de como era el Iguanodon, y le dieron un aspecto más similar al actual, con unas patas delanteras cortas, una cabeza de caballo y una cola aún más corta; y Dollo ubicó la púa en la mano en vez de en el cuello.
Se desconoce como era la piel del Iguanodon, pero se han hallado restos de hadrosaurios, parientes cercanos del Iguanodon que muestran que por todo el cuerpo se alternaban escamas grandes y pequeñas, algunas de ellas bastante duras que ayudaban al animal a defenderse.
Se desconoce el color de la piel del Iguanodon, pero quizás tuviera un color verdoso o rayado que quizás sirviera como camuflaje para ayudar al animal a evadir a los depredadores.
Dieta[]
Como siempre la cabeza y la boca del dinosaurio nos dicen mucho de su alimentación. El Iguanodon tenía una cabeza muy grande y angosta que terminaba en un pico similar al de un perico y un poco chato, en la parte posterior tenía sus famosos dientes parecidos a los de una iguana, claro mucho más grandes. Era muy peculiar que cuando cerraba la boca la forma de sus huesos y los ligamentos que lo sostenían y le permitían masticar hacían que su cabeza hiciera un arco y haciendo perfectamente oclusión, es decir cierre de los dientes de arriba con los de abajo de una forma tan poderosa que podían moler cualquier cosa, esto es más o menos lo que pasa con los mamíferos actuales, así que el Iguanodon masticaría más o menos de la misma forma que un mamífero moderno.
Como muchos otros dinosaurios los dientes del Iguanodon estaban dispuestos es batería, esto quiere decir que cuando uno se desgastaba, otro lo sustituía, por el tamaño tan masivo de los dinosaurios, sobre todo del iguanodon tenían que consumir muchas plantas lo que significaba que tenía que comer gran parte del día. Además de todo esto se ha sugerido que el Iguanodon tenía una lengua que le ayudaba a recolectar y prensar las hojas, más o menos como la lengua de una jirafa. Se cree que los Iguanodontes comían principalmente equisetos y coníferas, porque eran tan grandes y además se podían parar en dos patas, de manera que podían alcanzar árboles mucho más altos que ellos.
Una característica interesante sobre a la alimentación del Iguanodon es que se cree que probablemente ayudó a que se desarrollaran las plantas con flores debido al constante movimiento para comer diferentes plantas pudo ayudar a su polinización y dispersión.
Descubrimiento[]
El Iguanodon fue descrito hace ya muchos años, fue una de las descripciones tempranas. Fue descubierto por Gideon Mantell en 1822 y descrito por él mismo en 1825. Este dinosaurio es muy importante porque fue el segundo dinosaurio de entre todos en ser nombrado, el nombre que se le dio viene debido a que la primera impresión que dieron sus dientes es que eran muy similares a los de una iguana, fue por eso que decidieron nombrarlo Iguanodon. Era un dinosaurio muy interesante ya que quizá fue uno de los comedores de plantas más grandes y robustos de los que se tengan noticia. También es importante mencionar que está emparentado con los hadrosáuridos.
Historia[]
Como es el primer dinosaurio que se encontró, el Iguanodon ha sido objeto de estudio por su fisionomía y la larga historia de su estudio.
La mina de Bernissart[]
Muchos fósiles de Iguanodon fueron descubiertos en las profundidades de una mina de carbón de Bernissart, Bélgica, en Abril de 1878. Se hallaron en un profundo hoyo de arcilla que corría a través de un filón de carbón a 322 metros de profundidad.
Los descubrimientos en Bernissart fueron extraordinarios. Un total de 39 esqueletos completos o casi completos de Iguanodon que fueron esmeradamente extraídos y llevados a la superficie. El Real Museo de Historia Natural de Bruselas envió a su mejor paleontólogo para estudiar los hallazgos de Bernissart. Este hallazgo cambió por completo la forma de pensar acerca del Iguanodon, ya que revolucionó su aspecto externo. La cantidad de esqueletos y restos hallados fueron tales que costaron 3 años enteros de extraer. El equipo trabajó en unas condiciones muy difíciles, ya que el lugar era estrecho, oscuro, caluroso y peligroso, por lo que el trabajo fue más laborioso aún.
La investigación del profesor Dollo[]
Louis Dollo consiguió algo con lo que la mayoría de paleontólogos ni siquiera soñaban, la oportunidad de estudiar los increíbles fósiles hallados en las minas de Bernissart en 1878, y los 39 esqueletos de Iguanodon que se hallaron en la mina. Este estudio le llevó casi toda su carrera profesional, pero hizo descubrimientos muy importantes.
Al igual que los paleontólogos anteriores, Louis Dollo se basó en animal vivos para reconstruir el esqueleto y con él el animal entero. Pero Dollo no usó reptiles para su investigación, utilizó aves, ya que las patas del Iguanodon eran mucho más largas que los brazos (un detalle que hoy sabemos que fue muy acertado). Diseccionó esqueletos de emú y los comparó con restos de Iguanodon. Tras esto, observó su postura y pensó que era similar a la del canguro, y más tarde comparó sus dientes con los de los reptiles para averiguar su dieta y modo de vida.
Finalmente, Dollo dio a conocer una versión del Iguanodon casi idéntica a la actual; con una cabeza parecida a la de un caballo, el cuello similar al de un emú y la postura de un canguro, pero cometió un pequeño error, ya que quitó algunas vértebras de la cola para mantenerlo erguido, lo que hoy día no se acepta. Pero además de describir el fósil, Dollo describió también su modo de vida, pensando que estiraría su cuello para comer de los árboles y utilizaría su cola como defensa.
Más tarde, los científicos más modernos reañadieron las vértebras, y colocaron al animal en una postura cuadrúpeda, que le habría dado mayor velocidad y agilidad y una mejor defensa, ya que podría usar mejor su cola como defensa.